Otaku’, friki, anime, cosplay, manga, son términos que se han popularizado en los últimos años en México, pero ¿qué significan? y más importante ¿de dónde vienen?
Entendiendo la industria
El anime (アニメ) se trata de las animaciones provenientes de Japón, de igual manera, el manga (漫画) son historias ilustradas del mismo país. La globalización y la hibridación entre culturas ha expuesto a más países a estas expresiones artísticas y han aportado a la creación de subculturas, como lo es la subcultura ‘otaku’.
Se le llama de esta manera (otaku) a un aficionado y gran consumidor de estos productos; aunque la palabra en japonés realmente se utilizaba para referirse al hogar de otra persona hasta que en 1983, el periodista Akio Nakamori realizó el ensayo ‘Otaku Research’ y utilizó esta palabra para relacionarla con este tipo de fanáticos.El anime, para ser una industria relativamente ‘emergente’, se ha establecido de manera exitosa en México, en 2017 generó cerca de 25 millones de pesos (1.4 millones de dólares) y hubo más de 150 mil asistentes a las proyecciones de películas de anime en los cines nacionales. En Latinoamérica, México es el país que más consume anime y mangas, seguido de Brasil, Chile, Colombia y Argentina.
Como lo es el caso de Dulce Abril , una chica de 22 años que menciona su travesía siendo ‘otaku’ y consumiendo anime desde los 12 años. “A mi lo que más me atrapó fueron las historias, el nivel de introspección que presentan los personajes y las enseñanzas de vida que te pueden dar.”
El verdadero impacto en México
Es un sábado 17 de septiembre, los festejos por el día de la Independencia están terminando (o siguen para algunas personas) y aunque el clima se encuentra nublado y con ráfagas de frío, las calles del eje central de la Ciudad de México se encuentran repletas de distintas caras. La gran amarilla entrada de un edificio en particular cuenta con grandes grupos de personas entrando y saliendo, se trata de la famosa ‘Frikiplaza’.
Cualquier persona que decida entrar a esta plaza se encontrará con un mundo completamente nuevo, desde personas en cosplay (vestidos y maquillados de la misma manera que un personaje de anime o manga) hasta vendedores de todo tipo de productos relacionados con el anime (o videojuegos y otras series de la cultura popular).
Desde la entrada se nota la emoción que los fanáticos sienten al ver productos relacionados con sus personajes favoritos; en los tres pisos del edificio existe un ambiente de frenesí. Los pasillos angostos son anfitriones de un grupo mixto de personas, tanto los vendedores como los visitantes varían en edad, género y ocupación.
Los puestos cuentan con una gran variedad de productos, desde mangas y figuras de colección hasta fundas de almohada, vestuarios de cosplay y accesorios escolares. Jonathan, un vendedor de figuras de colección de 26 años habla sobre su consumo de anime “Como tal no me gustaba mucho el anime hasta que entré aquí a trabajar y empecé a ver anime por profesión, y pues hay algunos que sí me gustaron bastante”, coincidentemente, Demian, otro vendedor de 18 años está pasando por una situación similar “Ahora que trabajo aquí debo aprender más sobre esto, todavía no veo muchos pero estoy intentando conocer más.”
Parece ser que las horas más concurridas en la plaza son de 1:00 a 4:00 p.m.; los pasillos rápidamente comienzan a llenarse y por todas partes se pueden ver a los fanáticos buscando productos en específico o simplemente dando vueltas alrededor de la plaza y obteniendo información o recomendaciones sobre nuevos animes o mangas. Los grupos de visitantes se pueden tratar de amigos o familias que esperan pasar un buen rato.
Andrea (de 11 años) y Kevin (de 28 años) son un par de hermanos que se encuentran mirando peluches de Pokemón. Ambos disfrutan frecuentar la plaza y mencionan como el anime ha sido algo que les ha ayudado a formar un vínculo.
Kevin menciona un factor importante, “cada vez veo que viene muchísima más gente.” De la misma manera, Alejandra, una vendedora de vestuarios de cosplay, de 21 años menciona que ella cree que la llegada de la pandemia hizo que mucha gente comenzará a ver más anime, también cree que el hecho que una plataforma tan grande como Netflix haya distribuido una anime muy exitoso como ‘Demon Slayer’ ayudó al crecimiento de este género.
Y este no fue el único cambio o incremento que se vivió en la Frikiplaza, Jonathan (el vendedor de figuras) también menciona cómo los padres de familia se convierten en fanáticos de la serie “Papás que por empezar a ver una serie con sus hijos, pues también les gusto a ellos”, el mejor ejemplo que da Jonathan es el de su propio padre “A mi me gusta una serie que se llama Baki, pues de pronto llegó así un día, lo empezó a ver conmigo y pues decía que le gustaba porque le recordaba a ‘Contacto Sangriento’.”
Había muchos padres de familia que parecían estar aún más emocionados que sus hijos, ya que la plaza está llena de nostalgia. Desde padres que se emocionan cuando encuentran un tomo de manga que sus hijos estaban buscando (o tal vez eran para ellos mismos) hasta con las máquinas de arcade en las que se puede jugar Street Fighter o Donkey Kong, o simplemente comprando comida inspirada en las series o dulces tradicionales de Japón.
Evolución y aceptación del otaku
Muchos padres de familia no se habían dado cuenta que podían ser considerados ‘otakus’ en su infancia por ver y ser fanáticos de series como Los Caballeros del Zodiaco, Thundercats, Capitán Centella, Doraemon o Dragon Ball Z. Iván, un padre de dos hijas autoproclamadas ‘otakus’ menciona “De joven nunca creí que fueran series distintas, me gustaban mucho. Ahora mis hijas ven este tipo de series y conocen más que yo, me toca adentrarme con ellas a estos mundos nuevos.”
Los mensajes de espiritualidad, amor, amistad y respeto que dejan estas series son contagiados y practicados por su comunidad y lentamente vemos cómo se desarrollan estos valores con la cultura mexicana.
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